La toxina botulínica es producida por un tipo de toxina. Se utiliza para bloquear las señales nerviosas que producen la contracción del músculo. Al relajar el músculo, no se genera la contracción y la arruga no se forma.

Se indica cuando tenemos arrugas dinámicas o de expresión, siendo las áreas más frecuentes donde se aplica las patas de gallo, entrecejo y frente. Estas zonas afectadas son producto de la gesticulación diaria.

Es un procedimiento no permanente, que tiene una duración promedio de 3 a 6 meses, siendo la aplicación rápida en él consultorio. Es importante seguir los consejos médicos post aplicación como no acostarse 4 a 6 horas posterior a la aplicación, no ejercicios o masajes faciales. 

Este tratamiento se puede complementarse con otros tratamientos médico-estéticos, como por ejemplo aplicación de láser o rellenos faciales.